sábado, 26 de noviembre de 2016

Fidel Castro

EL FIN DE UNA ÉPOCA



En el Perú, el diario La República fue el
primero en informar sobre su deceso. Los
demás recién lo informaron el domingo.

REFLEXIONES SOBRE EL FALLECIMIENTO DE FIDEL CASTRO
¿Héroe o tirano? ¿Revolucionario o Dictador? ¿Visionario o Retrógrado? ¿El último dinosaurio de la Guerra Fría? son algunos de los apelativos con los que muchos se han dirigido al recientemente fallecido líder cubano. No interesa como se le considere, nadie puede negar lo importante de la noticia de su fallecimiento a las 10:29 pm del viernes 25 de noviembre y lo trascendente que ha sido su figura para la historia cubana, latinoamericana y mundial. Odiado y amado, temido y admirado al mismo tiempo; nadie como él para despertar tantos sentimientos encontrados. Definitivamente uno de los personajes que marcaron la historia del siglo XX.

La noticia de su repentino fallecimiento ha sacudido al mundo, generando diversas reacciones. Unos se habrán alegrado, otros entristecido. 

Fuente de inspiración para muchos luchadores sociales, que se enfrentaron a los grandes poderes en pos de un ideal, su revolución fue la más imitada en la región, especialmente en las décadas del 60 y 70. El Perú no fue la excepción, las guerrillas del  MIR de Luis de la Puente Uceda, del ELN de Javier Heraud y de Izquierda Revolucionaria de Hugo Blanco fueron algunos de los movimientos que, inspirados en la revolución isleña, intentaron iniciar la propia en el Perú, teniendo como centro de operaciones la región amazónica, pero sin obtener frutos. Por el contrario, salvo Hugo Blanco, todos murieron en el intento.


Guerrilleros peruanos que, inspirados en la Revolución Cubana, intentaron llevar la revolución al Perú en la década de 19160-19170. Luis de la Puente Uceda, Hugo Blanco, Javier Heraud, Héctor Béjar y Juan Pablo Chang. De la Puente y Heraud fueron acribillados por las fuerzas peruanas, mientras que Chang murió en Bolivia apoyando al Ché en su intento de liberar a este país del atraso y la explotación en la que la tenían las clases pudientes. Hugo Blanco y Héctor Béjar (ambos en la parte superior), lograron sobrevivir y asimilarse a la política y la vida intelectual del Perú.










Su presencia en una isla tan cercana a EE.UU. puso nervioso al gigante del norte, tanto que más de una vez intentó asesinarlo. La CIA se obsesionó tanto con Fidel que buscó eliminarlo de mil y un maneras; puros, cócteles, licores y comida envenenada por ejemplo, incluso promovió una invasión de casi 3000 exiliados cubanos (Ex militares del gobierno de Batista y civiles anti castristas) preparados y armados por la Agencia Central de Inteligencia, contingente bautizado como Brigada 2506, que desde Guatemala partió con una dotación de aviones y barcos que desembarcaron en la Bahía de Cochinos, la madrugada del sábado 15 de abril de 1961, fracasando estrepitosamente al ser derrotada por el Ejército Revolucionario Cubano en menos de 65 horas. El hecho sirvió para fortalecer el régimen de Castro y desprestigiar al gobierno de Kennedy, pues Cuba recibió la solidaridad de casi todos los gobiernos latinoamericanos. 




¿Pero por qué era tan incómodo para el poderoso EE.UU. la presencia de un dictador en una pequeña isla del Caribe?. Como todos sabemos, EE.UU., gran defensor de la democracia y la libertad, soporta a los dictadores mientras estos se alineen a sus designios; así ocurrió con la mayoría de dictadores latinoamericanos. Pero Castro era diferente.


Salva Obama, todos los presidentes estadounidenses contemporáneos intentaron derrocarlo.


Fulgencio Batista
Velasco y Fujimori fueron los únicos presidentes
peruanos que se reunieron con Fidel Castro.
Derrocó al dictador pro estadounidense Fulgencio Batista, que desde 1952, había gobernado Cuba con mano dura, hasta su derrocamiento el 1 de enero de 1959, cuando la fuerzas revolucionarias de Castro toman La Habana. Estatizó las empresas extranjeras, realizó la reforma agraria, prohibió la religión y entabló lazos con la Unión Soviética, enemigo a muerte de EE.UU., y que en tiempos de Guerra Fría, resultaba políticamente significativo, pues convertía a Cuba en el aliado que la URSS necesitaba y que tanto había buscado en América, continente dominado por EE.UU. Alianza que tomaría vital relevancia en octubre de 1962, cuando se produce la llamada Crisis de los Misiles Cubanos, hecho que estuvo a punto de llevar al mundo al inicio de una Tercera Guerra Mundial, que a su vez, sería la primera y tal vez la última, Guerra Nuclear. 


La Crisis de los Misiles de 1961

El U2, avión espía de EE.UU. había detectado que la URSS estaba construyendo en la isla plataformas para el lanzamiento de misiles nucleares, lo que generó una crisis debido a que ambas superpotencias se involucraron, llegando sus flotas a estar una frente a la otra, esperando la orden -ya venga esta de Washington o de Moscú- para atacar al rival. La OEA se involucró en apoyo a EE.UU. enviando buques argentinos y venezolanos. Lo mismo hizo el Pacto de Varsovia, que desplazó tropas a la frontera turco-soviética, dado que las tropas estadounidenses y de la OTAN se habían movilizado preparadas para un conflicto de alcance mundial. A Dios gracias la diplomacia evitó que se llegue a más. Nikita Krushev, líder soviético aceptó desmantelar las plataformas construidas y retirar el armamento que ya había sido instalado en la isla, a cambio,  EE.UU. accedió a retirar los misiles nucleares que tenía en Turquía. Se acabó así la oportunidad de convertir a Cuba en una potencia nuclear y el sueño de Fidel, de vengarse de EE.UU. por todas las que le había echo.



Con dos de los líderes soviéticos más importantes de la Guerra Fría, Nikita Krushev y Leoniv Breznev y con el Canciller Eduard Shevardnadze Abajo, con el reformista Mijail Gorbashov, último gobernante de la URSS, con el actual líder ruso Vladimir Putin y con el sucesor de Gorbachov,  Boris Yeltzin, primer gobernante de Rusia post-soviética.

Podría creerse que nunca un presidente de EE.UU. se haya reunido con Fidel Castro pero no es así. Aquí con el Republicano Richard Nixon y los Demócratas Jimmy Carter,  Bill Clinton y Barak Obama, a raíz del restablecimiento de relaciones diplomáticas y económicas con Cuba desde 1961. 


Ernesto Ché Guevara en
pose poco habitual.
Camilo Cienfuegos
Con poco más de 90 años, logró sobrevivir a iconos de comunismo, como Stalin, Mao, Ho Chi Min, Kim IL Sung, Krushev y Breznev; a los presidentes estadounidenses Kennedy, Jhonsosn, Nixon, Ford y Reagan; a los Papas Juan XXIII, Paulo VI, Juan Pablo I y Juan Pablo II. También sobrevivió a sus camaradas de revolución Camilo Cienfuegos y el ya mítico Ché Guevara, incluso a Hugo Chávez, su  aliado económico y más ferviente admirador de los últimos años.


Junto a los Grandes del Movimiento no Alineado, el indio Jawaharlal Nehru, el yugoslavo Josip Broz "Tito", el indonesio Sukarno y el egipcio, Gamal Abdel Nasser.
Recibiendo una condecoración del líder norcoreano Kin Il Sun, saludando a Yasser Arafat, líder de la OLP y en un acto protocolar por la visita del presidente irakí Saddam Husseín, acompañado de su hermano Raúl, actual gobernante de Cuba.

Y hablando de seguidores, nadie como él, pues muchas fueron las personalidades que lo admiraban a nivel casi reverencial, y no solo políticos como los ya fallecidos Hugo Chávez, Salvador Allende y Juan Velasco Alvarado, sino muchos aún en actividad como Evo Morales, Rafael Correa, Nicolás Maduro, Daniel Ortega o Lula da Silva. Personalidades de la cultura y el deporte como García Márquez, Pablo Neruda, Maradona también estaban entre sus incondicionales. Y no todos eran latinoamericanos, también expresaron su admiración Jimmy Carter y Nelson Mandela. Hasta nuestro Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, en sus tiempos de juventud le dedicó elogios de los cuales renegó tiempo después. Imaginen que hasta participó en eventos culturales realizados en La Habana! 


Acompañado de tres ganadores del Nobel de Literatura; el chileno Pablo Neruda, el estadounidense Ernest Hemingway y Gabriel García Márquez. El colombiano no solo era su admirador sino su amigo personal.

Pero no vayan a creer que soy un castrista acérrimo. También tuvo cosas malas, y muchas. Era autoritario y personalista, demagogo y represivo. No había en Cuba libertad de expresión, de religión o de prensa, nadie podía abandonar la isla, por eso la existencia de balseros, que no les importaba arriesgar su vida en medio de un mar infestado de tiburones y propenso a las tormentas, con tal de alcanzar las costas de la Florida en ridículas imitaciones de balsas. Muchos fueron arrestados, desterrados y -según muchas opiniones de conocedores- hasta asesinados por traidores a la revolución. Se dice que era mujeriego, que sus hijos no lo querían realmente, que tenía gustos poco "comunistas" como el wisky importado y los habanos, y que vivía a cuerpo de rey mientras su población moría de hambre, pues era inmensamente rico. Precisamente, a raíz de su muerte muchos medios han publicado que era dueño de una fortuna personal que iba entre los 900 y los 1200 millones de dólares.


Acompañado de dos activistas por los derechos civiles de la raza negra; Malcom X y el después presidente sudafricano Nelson Mandela, en efusivo saludo.

A pesar de su posición anticatólica se reunió con el papa -hoy santo- Juan Pablo II y con el papa actual, Francisco, quien intermedió para el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y EE.UU..

En compañía de la fallecida Primera Ministra de India Indira Gandhi, del dictador comunista de Alemania Oriental Erick Honecker, del presidente chileno Salvador Allende, el primer socialista que gobernó en Sudamérica y con el actual presidente nicaragüense Daniel Ortega, en una reunión en la década de los 80.



Acompañado con algunos de los líderes latinoamericanos contemporáneos. En la columna de la izquierda, acompañado de su incondicional y más entusiasta admirador, el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez, con Rafael Correa, actual presidente de Ecuador y con Lula da Silva, ex presidente brasileño. Al centro: Con el sucesor de Chávez, Nicolás Maduro, con el presidente boliviano Evo Morales y con la depuesta presidenta brasileña Dilma Rousseff. A la derecha, con Cristina Fernández de Kirchner, expresidenta de Argentina, Vicente Fox, expresidente mexicano y con la actual presidenta chilena Michelle Bachellet.

Como contraparte, dedicó mucho dinero y apoyo gubernamental al desarrollo de la educación, la medicina y el deporte; tres ámbitos en los que Cuba siempre destacó.


Con el cosmonauta soviético Yuri Gagarin, el primer hombre en el espacio
en una visita a Cuba.


Con Diego Armando Maradona, futbolista argentino. Otro de sus incondicionales.

Así fue Fidel Castro, amado y odiado al mismo tiempo. Para algunos, el mayor tirano  de Latinoamérica, para otros el Latinoamericano del siglo XX. Lo cierto es que con su muerte se cierra por completo una etapa de la cual él era el único sobreviviente. La 

Solo el tiempo y la Historia lo sentenciarán o lo absolverán.



Fidel Alejandro Castro Ruz, Birán, 13 de agosto de 1926 - La Habana, 25 de noviembre de 2016, 


Para mayor información , pueden consultar los siguientes links.


http://www.elpopular.pe/actualidad-y-policiales/2016-11-26-fidel-castro-con-estos-10-metodos-la-cia-intento-asesinarlo-video?utm_source=LI&utm_medium=bloque&utm_term=elpopularinterna&utm_content=zona4&utm_campaign=elpopularinterna-externo

http://www.jornaldepoesia.jor.br/BHAH08mariovargasllosa.htm

miércoles, 23 de noviembre de 2016

El Norte Chico en la Independencia Nacional

EL NORTE CHICO EN LA INDEPENDENCIA DEL PERÚ

Según la tradición, el 27 de noviembre de 1820, el Generalísimo Don José de San Martín proclamó por primera vez la independencia del Perú en el famoso Banlcón de Huaura, aquí en una representación por la independencia.
Siempre hemos escuchado de la importancia de José de San Martín para nuestra independencia; que vino desde Argentina a  liberarnos de la opresión; que desembarcó en la Bahía de Paracas, que a partir de un sueño creó la primera bandera nacional, que el primer escudo patrio representaba la bahía de Paracas, que envió la expedición de arenales para reclutar montoneros en la sierra sur y centras y varias anécdotas más.Pero si sacamos cuentas, veremos que entre Paracas y Pisco estuvo poco tiempo, a diferencia de su estadía en el norte limeño, donde se quedó con poco más de un año y de ello solo se mencionan dos hechos: La proclamación de la Independencia en Huaura y la llegada de Arenales con los refuerzos que había conseguido en su travesía por los Andes. Será posible que en más de un año solo haya hecho dos cosas? 


Desembarco de San Martín y el Ejército Libertador en Paracas. ¿No hay un cuadro sobre su desembarco en Huaura?
A continuación reproduzco un artículo de José Fernández Sánchez (de quien ya traté en una publicación del 2013), quien se ha dedicado a investigar -desde la perspectiva de la historia regional- sobre este y otros temas que tiene como escenario el llamado Norte Chico de Lima.

José Fernández Sánchez y su libro dedicado a destacar la participación de los pobladores del
norte de Lima en la Independencia


APOTEÓSICA CONGREGACIÓN DE PATRIOTAS EN EL 
NORTE CHICO
(Por José Fernández Sánchez)


DONDE SE NARRA LA ESPONTÁNEA Y DECIDIDA PARTICIPACIÓN DE LOS PUEBLOS EN LA INDEPENDENCIA
Recordemos que ya antes de la llegada de San Martín a Pisco el 8 de setiembre de 1820 se había producido en Supe la Primera Declaración de Independencia del Perú el 5 de abril de 1,819 con la participación de Andrés Reyes, el Presbítero Cayetano Requena, Francisco Vidal , Remigio Silva (de Huaura), Pedro Sayán (de Barranca), los hermanos Juan Manuel Fonseca, Juan Franco, Manuel Villanueva, el zambo Luis Risco y entre otros, los que se vieron precisados a embarcarse con el almirante patriota Thomas Cochrane hacia Chile, donde pelearon en la toma de Valdivia, consolidando así la independencia de dicho país. 


Los argentinos Tomás Guido, José Joaquín de Olmedo, Toribio Luzuriaga y el escocés Thomas Cochrane, colaboradores de San Martín que estuvieron en el Norte Chico
Al año siguiente regresaron con la expedición libertadora. De ahí que los primeros días de noviembre de 1820, los pueblos del norte chico ya constituían centros de congregación de autoridades civiles y militares, jueces, marinos, abogados, alcaldes, funcionarios, médicos, priores y párrocos, de Barranca, Supe, Huaura, Huacho, Chancay, Huaral y sus serranías; entre criollos, mestizos, indios y negros; para expresar abiertamente su apoyo y compromiso con la causa libertaria, siguiendo el ejemplo de los primeros líderes próceres de esa región. Sermones patrióticos dentro y fuera del púlpito eran frecuentes en los pueblos más recónditos de valles y quebradas de la luego provincia de Chancay. En algunos de ellos, como reguero de pólvora corrían las inquietantes noticias de los desplazamientos por mar y tierra de la expedición y de sus requerimientos; en tanto, las tropas realistas se iban replegando hacia Lima.

Ruta del Ejército Sanmartiniano en el Perú

Por fin, la expedición arriba a Huacho, pueblo de 6 mil habitantes, indios en su mayoría, con su cacique Baltazar de la Rosa, dando la bienvenida al general San Martín, con los aplausos más entusiastas y esperanzadores que pueblo alguno haya brindado. Desembarcan los días 10, 11 y 12 de noviembre de 1820, en las playas de Huacho, Carquín, Ruquia, Végueta, Tambo de Mora, Medio Mundo y Supe. El 17 toda la infantería se dirige e instala en Supe al mando del general Las Heras. Los granaderos a Caballo en Huaura; y los cazadores a Caballo se quedan en Huacho, que por una semana es la sede del cuartel general del libertador, luego el 20 se establece en la villa de Supe. Siendo recibido por sus vecinos con gran euforia y ceremonias cívicas; los batallones se instalan en las casonas, locales públicos y fundos. Algunos cuerpos se trasladaron luego a Barranca y Pativilca. el mismo San Martín habría dicho:  "Por esta costa todos los pueblos se han pronunciado en nuestro favor: las provincias de Guaylas, Conchucos, Guarmey, y hasta Casma y Piura han hecho su revolución.También tengo noticias, que Trujillo, Huánuco y Lambayeque han seguido este ejemplo; nuestra caballería está situada en Huaura y Huacho, y la Infantería en Supe. El enemigo tiene una división en Chancay de 2 mil hombres…”

Generalísimo José de San Martín
Ningún lugar en el Perú dio una espontánea y fervorosa recepción como la dada por los pueblos del norte chico a la expedición libertadora, durante esa semana de noviembre de 1820. Fue en realidad un extraordinario acontecimiento histórico único, lamentablemente hasta ahora desmerecido con el olvido de la historia oficial. Pero felizmente están minuciosamente descritas las acciones de este pueblo generoso y patriota en diversos documentos oficiales, que hermanan a indios, esclavos negros, mestizos y criollos; agricultores, pescadores, artesanos, comerciantes, hacendados, religiosos, funcionarios, autoridades, jefes de montoneras, entre otros. Que sería difícil signarlos en este material, tan extra-ordinaria epopeya. Salvo algunas referencias registradas bastan para evaluar su importancia y trascendencia.

El 14 de noviembre, estando aun en Huacho, San Martín dispuso la inmediata construcción de 3 reductos en el morro que domina la parte sur del puerto, sobre el Boquerón de la Viuda, para defender toda la bahía de Huacho, a su vez un muelle para facilitar el embarque y desembarque a cargo del ingeniero francés Alberto D’Albe; también, unas defensas en la isla Don Martín, frente a Végueta, y luego otras defensas en Huaura. Obras que se hicieron con prontitud y esmero con el absoluto respaldo de la población nativa.
               
Otra forma de bienvenida poco conocida es el papel histórico de los religiosos. Mientras el Papa y los obispos condenaban la insurgencia, “que los hijos de Dios debían combatirlos y huir de ellos”, muchísimos fueron los curas patriotas que apoyaron con sus ingresos económicos, como capellanías o dirigiendo partidas de guerrillas para sostener al ejército libertador. 


Ipinze y dos de sus obras
Bien lo dice el historiador chancaino Jesús Elías Ipinze en su obra Antecedentes históricos de la provincia de Chancay: “El Libertador, sus edecanes, generales, ayudantes, jefes, desembarcaron el 12 de noviembre y el mismo día avanzó hasta Huaura, a caballo, en compañía del general  Las Heras, el almirante  Cochrane  y otros personajes. Los vecinos de  Huacho, Huaura, del puerto y de la campiña presentaron  su saludo y ofrecieron su adhesión a la causa de la libertad. Ingresó a  Huacho por el Callejón del puerto hasta la  plaza principal, para  seguir por la amplia calle de  Malambo, pasando por  Cocharcas y  Cruz Blanca, hasta llegar a Huaura, donde ocupó la casa principal del  fundo Ingenio, seguido por la muchedumbre, entre repiques de  campana, músicos, dianas y cánticos populares, principalmente de negros esclavos, cuyas  mujeres tendieron sus mantas con flores como alfombras al paso de los próceres y del libertador, mientras los cañones hacían salvas en la aba, en el puente, al general  San Martín sus respetos”.

Cuando San Martín estaba en Lima y asume el cargo de Protector, en noviembre de 1821, para reconocer y premiar a dichos patriotas revolucionarios, avala a la Junta Eclesiástica de Purificación, que califica la idoneidad cívica de dichos sacerdotes y clérigos para que continúen atendiendo en los diversos curatos, capellanías y otros cargos eclesiásticos en el Perú libre, como fue el caso del doctor Gregorio Mier, cura y vicario de Huacho; aunque después fueron olvidados al no ser convocados con los criollos al Congreso, para tratar la libertad, la patria, el ciudadano, la nación, la igualdad, la democracia y otros conceptos altruistas a favor de todos los peruanos sin excepción. 

Rosas y sus obras
Emilio Rosas Cuadros, historiador nacido en Chancay destaca en su obra La provincia de Chancay en la colonia y emancipación: “Como es de conocimiento, el general San Martín permaneció en el Perú 24 meses y días,dirigiendo la gloriosa campaña libertadora de los cuales, 8 meses consecutivos en la provincia de Chancay, al frente de las fuerzas patriotas, entre  Huacho (5 días), Supe (15 días), Retes (15 días) y en forma prolongada en Huaura. Luego de apresar a las autoridades y jefes militares en una fiesta social, bajo la dirección del capitán peruano Gregorio Escobedo, se forma la junta de gobierno presidida por el destacado intelectual patriota Joaquín Olmedo, acompañado por Rafael Jimena y Francisco Roca, que nombran a Gregorio Escobedo Jefe de la guarnición de Guayaquil., quien el 10 de octubre apresa a la goleta española Alcance y la envía a Huaura con una delegación para entregar a los prisioneros y solicitar al general San Martín respaldo militar para sostener la independencia, ante la amenaza española del brigadier de Quito Aimerich. De inmediato, San Martín envía en la misma goleta Alcance al coronel Tomás Guido y al general Toribio de Luzuriaga, pero por diversidad de criterios políticos entre los propios guayaquileños, renunciaron a su gestión y retornaron a Huaura". 


Gregorio Escobedo, José Bernardo de Tagle, Andrés Reyes y Francisco de Vidal, patriotas peruanos en el Norte Chico.
En tanto, en noviembre de 1820 se desarrollan exitosas acciones militares y de propaganda por todo el centro y norte del país; como, la jura de la independencia de Huancayo el 20, el 22 en Jauja, el 28 en Tarma. Pero, la costa y sierra sur,- muchos por miedo- seguían leales al rey. A su vez desarrollando una intensísima agenda en todo el Norte Chico, entre varios acontecimientos que van definiendo el sentido del proceso emancipatorio.
                
El Balcón de Huaura en 1921, durante la celebración
del centenario de la independencia.
Entre noviembre de 1820 y marzo del siguiente año, en Huacho y Huaura se constituye un Regimiento de Cívicos, conformado por 6 compañías y 3 escuadrones, con un total de 708 hombres y 669 caballos. Integrados por patriotas de Huacho, Huaura, Végueta, Mazo, Caral, Peñico, Hayba y otras localidades aledañas. El regimiento huachano esta conducido por notables de la localidad. Todos ofreciendo sus servicios como voluntarios por la causa libertaria. San Martín forma grupos guerrilleros, bajo el mando de Francisco Vidal, Andrés Reyes y Cayetano Quiroz, también José de Asué, Luis Rissi, Tomás Quintín, Juan Muñoz, Francisco Villanueva, Domingo Fonseca, los hermanos Juan y Doroteo Santos, y Francisco y Tomás Manrique, entre otros. A su vez, se dispone el entrenamiento militar intensivo a cargo de oficiales y clases en Barranca, Supe y Humaya. Se distribuyen exploradores entrenados y conocedores de las zonas, de la región central del país. Qué hermosa cantera de próceres y héroes que aún tenemos que develarlos ante la historia.
                
Diciembre es fructífero para la causa libertaria. A invitación de San Martín, el criollo marqués Bernardo de Torre Tagle y otros nobles aristócratas criollos, apresan a los chapetones, en una residencia y proclaman la independencia de Trujillo el 4 de diciembre. En Huánuco, los cabildantes y vecinos, con respaldo guerrilleros al mando de Álvarez, proclaman su independencia. Del mismo modo, el 27, el alcalde mayor Juan Manuel Iturregui Aguilarte y los cabildantes de Lambayeque capitán Saco Oliveros, José Leguía Meléndez y miembros de los masones proclaman la independencia, desde el balcón. Mayormente serían actos de escaso sabor popular y algo de oportunismo.

El presente artículo forma parte de una serie de ensayos del autor sobre la historia del Norte Chico limeño titulados El Norte Chico y la Historia Regional, concretamente al número 6, los cuales han dado origen a su libro Presencia de los Pueblos del Norte Chico en la Guerra de Independencia 1819-1824.


Las otras obras de José Fernández Sánchez. Como se puede apreciar la historia del Norte Chico es el principal tema de su interés, pero se desenvuelve también en el rubro de la arqueología y la biografía.