domingo, 24 de marzo de 2013

El Expediente de Cristo

LA PASIÓN DE CRISTO DESDE EL PUNTO DE VISTA LEGAL


¿Fue Jesús víctima de una conspiración judeo-romana? ¿Qué papel cumplía la casta sacerdotal y la secta de los fariseos en su detención? ¿Fue legal su arresto? ¿Pudo ser apelada la sentencia de muerte contra Jesús? ¿Fue su muerte útil para la humanidad? ¿Fue víctima de un complot o fue el cumplimiento de una profecía?

Roberto Miranda
Palestina en tiempo de Jesús
Estas son las interrogantes que se plantea Roberto Miranda, abogado y autor de El Expediente de Cristo, libro que salió a la venta para la Semana Santa del 2012, donde intenta recrear desde el punto de vista del  derecho, el arresto, el juicio, la pasión y muerte de Jesús de Nazaret, el hombre más importante e influyente de la historia de la humanidad.

En esta oportunidad extraeré algunos pasajes de este buen libro, los que permitan comprender mejor este evento, que comenzó con el ingreso de Jesús a Jerusalén y culminó con su crucifixión y posterior resurrección, verdadero fundamento de la fe millones de Cristianos en todo el mundo.


¿CÓMO ERA EL JUZGAMIENTO EN LOS TIEMPOS DE JESÚS?
La administración de justicia en los primeros años de nuestra era cristiana era completamente diferente  a la que tenemos ahora, además tenía particularidades y variaba de una civilización a otra. El derecho romano imperaba en el mundo, pero sus instituciones no eran del todo respetuosas de los derechos y de la dignidad humana. Eran aún incipientes los conceptos de debido proceso (garantía que tenía  el procesado de una actuación justa e imparcial del magistrado). 
Sociedad judía

1-El juzgamiento en el Derecho Judaico
El poder judicial y religioso lo ejercía el Sanedrín. Funcionaba como un cuerpo judicial cuya jurisdicción no se limitaba solamente a asuntos religiosos. Estaba dirigido por un sacerdote. El Sanedrín tenía Atribuciones Religiosas, porque regulaba la vida religiosa de la población estableciendo las fiestas y ceremonias a realizarse en el año, Atribuciones Políticas porque ejercía función legislativa y de representación del pueblo judío y, Atribuciones Judiciales, porque gozaba de competencia para someter a juicio a blasfemos y falsos profetas.

Por blasfemos y falsos profetas fueron juzgados tanto Jesús como Esteban. Pedro y Juan fueron juzgados por alterar el orden social y Pablo por profanar el templo. Al ser una colonia de Roma, las autoridades romana limitaban las funciones del Sanedrín.

Si bien los evangelios fueron escritos en griego, los hechos ocurridos  en el juicio se desenvolvieron originalmente en arameo, idioma hablado en aquella región por esos tiempos.

Una vez empezada la audiencia no terminaba sino hasta el dictado del veredicto final. La sede del Sanedrìn era Jerusalén, donde residía el Sumo Sacerdote. El juicio era Oral, porque no se registraba nada, era Público y era Diurno. Acá se habría violado la publicidad y transparencia del proceso porque no se realizó en la sede del sanedrín, sino en casa de Caifás. Tampoco se aceptaba la presencia de un abogado defensor, el prisionero debía defenderse a sí mismo.

Los delitos de competencia del Sanedrín eran varios, siendo los más graves la idolatría, el adulterio, la profanación del templo, blasfemia y alterar el orden social. Una vez que el gobernador o procurador romano aprobaba la sentencia del Sanedrín, éste podía llevarla a cabo, incluyendo si de pena de muerte se trataba, en este caso, se ejecutaba por lapidación o  apedreamiento.


2-El juzgamiento en el Derecho Romano
El Procurador era la autoridad designada por el César de Roma  para cada colonia o provincia del imperio y ejercía todos los poderes, por tanto, era la autoridad competente para ver el juicio de Jesús.

El instrumento de castigo más utilizado por los romanos era en flagelo (más conocido por nosotros como Sanmiguel o Sanmartín) y consistía en tres sogas atadas a un mango de madera y en cuyas puntas se amarraban una piezas de plomo puntiagudas. El número máximo de azotes que se aplicaba era de 40, en cualquier parte del cuerpo, no solo en la espalda. Más de 40 se consideraba excesivo pues podía causar la muerte del reo.

La pena capital se aplicaba a los delitos más graves y podía ser por ignición (quemado vivo), asfixia o crucifixión. Esta última era la más humillante y vergonzosa, pues los acusadores y el pueblo en general podían acercarse a ve la crucifixión. Además era altamente efectiva, pues hacía sufrir al reo hasta su muerte.

Esta forma cruel de ajusticiamiento era originaria de Oriente pues la habían aplicado los persas y los cartaginenses, los asirios (al parecer los inventores de este método), los egipcios, los griegos y los romanos, quienes la aplicaban con frecuencia y en masa, tal como ocurrió tras la rebelión de Espartaco, donde al menos 10 mil esclavos fueron crucificados.

Los únicos exentos de ser crucificados eran los que gozaban de la ciudadanía romana.

¿FUE LEGAL EL ARRESTO DE JESÚS?
El arresto de Jesús ocurrió pasada la medianoche en el huerto de Getsemaní, donde había acudido con sus discípulos a orar. Según el derecho judaico el arresto procedía para delitos flagrantes, es decir, en el acto mismo en que se cometía el delito, tal como ocurrió con la mujer adúltera que fue rescatada por Jesús cuando la  iban a matar a pedradas. En el caso de Jesús, al Él lo arrestan entre gallos y medianoche,cuando no estaba haciendo nada que se considere un delito, ni por la ley judía, ni por la ley romana; no se hallaba ni en la sinagoga ni en sus recorridos públicos por la ciudad.

Es muy probable que tanto Jesús y sus discípulos lucieran igual y no haya existido en Jesús ningún rasgo especial que lo diferencie (el halo de santidad por ejemplo), por lo que los romanos que fueran a arrestarlo no lo habrían reconocido fácilmente, por ello Judas (que ya había pactado su traición por 30 piezas de plata), se acerca y como si fuera a decirle algo al oído, le da el beso en la mejilla, como señal ineludible para su identificación.

El beso de Judas por Giotto
Judas arrepentido
Respecto al pago del soborno de Judas Iscariote, las 30 monedas de plata habría sido una cantidad muy baja, tomando en cuenta que un esclavo valía mucho más. Esto significaría, según el autor, que los líderes judíos menospre-ciaron a Jesús, o en tal caso, vieron que Judas se conformaría con cualquier precio, así que prefirieron no gastar mucho. En conclusión, el arresto de Jesús fue ilegal por donde se le mire, pues violaba todas las reglas que existían en esa época.

EL JUICIO
Jesús fue sometido a un juicio sumario (procedimiento judicial breve), que restaba seriedad y peso a la trascendental decisión de definía la vida o la muerte. se cometieron una serie de irregularidades (vicios procesales) como la declaración de falsos testigos o la imposibilidad de que Jesús pueda defenderse contrarrestando las pruebas en su contra. De esta manera, Jesús afronta dos juicios ante dos fueros diferentes, el religioso y el político, lo que es completamente ilegal.

Jesús ante Caifás
El juicio religioso Se abrió por blasfemia, al hacerse llamar hijo de Dios, Mesías o Cristo, pues para los sacerdotes judíos el Mesías que enviaría Dios a la tierra habría de ser un rey poderoso y guerrero, cosa que no concordaba con Jesús, un pobre carpinteo; además no venía a salvar a los judíos, que se consideraban a sí mismos, el pueblo elegido, desde los tiempos de Abraham, Noé o Moisés; por el contrario, ofrecía la salvación a todo aquel que acepte su mensaje de paz. Toda una ofensa para el orgullo judío. Por ello es que recurrieron a falsos testigos que tergiversaran su mensaje.

El juicio político Se le abrió por sedición,  es decir, por incitar al pueblo a la desobediencia y alzamiento violento contra el poder establecido, el romano, cuando negaba pagar el tributo al César. Nada más lejos de la verdad. Acusarlo de un delito político fue una fórmula utilizada para lograr que sea procesado por un delito contra el Imperio y agravar su situación jurídica. De este modo, sus acusadores aseguraban la pena de muerte, le quitaban el título de Mesías o libertador, y además lograban que las autoridades religiosas se congracien con Roma.

A todo reo se le identifica por un alias, a Juan, primo de Jesús le decían el Bautista, porque predicaba el arrepentimiento y bautizaba a sus seguidores; a Jesús le llamaron el Mesías, el Cristo o el Rey de los Judíos, aunque el pueblo se refería a Él de varias maneras, el Hijo del Hombre, el Nazareno, el Galileo, Elías o el Bautista. En el Derecho Romano y tal como ocurre en la actualidad, un delito era juzgado por las autoridades del lugar donde se había cometido, asumiendo jurisdicción y competencia sobre los hechos y el autor del crimen. En ese tiempo, Israel se dividía en dos provincias, Galilea, al norte, teniendo entre sus localidades principales a Nazaret, Caná, Capernaum y Magdala. Al sur estaba la provincia de Judea, con Arimatea, Emaús, Jerusalén, Belén y Betania. como sus localidades principales. entre ambas provincias se encontraba el territorio de Samaria, donde vivían los judíos de segunda clase, porque en tiempos antiguos habían mezclado su raza, costumbres y religión con los pueblos locales.

Jesús era una persona incómoda para Pilatos, prefecto de Judea y por lo tanto, la autoridad competente para juzgarlo, pero al darse cuenta que Jesús era galileo, lo deriva inmediatamente ante Herodes Antipas, pues era la autoridad que le correspondía juzgarlo. Éste era famoso por su crueldad, tal como lo había demostrado ante Juan el Bautista, al que decapitó sin haberlo sometido a juicio. No obstante Herodes lo devolvió a Poncio Pilatos.

Caifás, Herodes Antipas y Poncio Pilatos, protagonistas principales en el juicio a Jesús

¿Pero por qué tanto recelo para juzgar a Jesús? Pues su prédica y milagros lo hicieron bastante popular dentro y fuera de Judea. Pilatos entiende que Jesús no es cualquier reo, pues su arraigo popular podría revertirse en su contra en caso de tomar una decisión equivocada, por eso decide que lo juzgue Herodes, como una manera de eludir su responsabilidad y así no manchar sus manos con sangre inocente, pero Herodes solo se burló de Él y lo devolvió a Pilatos. este lo interroga y no halla culpa en Él, por lo que lo absuelve, pero primero ordena que lo azoten para complacer a los sacerdotes judíos. Pero esto no fue suficiente para las autoridades judías, que apelaron a la presión de grupo para obligar a Pilatos a condenar a Jesús por delitos contra el Imperio. Le habían insinuado que lo acusarían ente Roma como enemigo del César por no hacer cumplir las leyes romanas, lo que constituía un claro chantaje. Pilatos cedió, pues la provincia de Judea era bastante conflictiva y no querría una mancha en su expediente.

¿Jasús o Barrabás? 
El interrogatorio, en vez de ser público, se hizo en reserva, en la casa de Pilatos. Jesús no podía tener un abogado, porque no se estilaba en esos tiempos, y tampoco hubiera podido apelar la sentencia que se le impusiera, porque no era ciudadano, ya que procedía de una provincia sometida.

Al ver que la intención de los sacerdotes judíos y de los fariseos era condenar a muerte a Jesús sea como sea, Pilatos decide jugar su última carta aprovechando las festividades de la Pascua judía. Era costumbre que en esa fecha el gobernador romano dejara libre a un preso, que sería escogido por clamor popular. Él esperaba que teniendo tantos seguidores, éstos escogerían a Jesús, antes que a cualquier otro condenado. Por eso habría escogido a Barrabás, un conocido y peligroso delincuente, asaltante y asesino. Pensaba que ante dos personajes tan diferentes, el pueblo se inclinaría por Jesús y el Sumo Sacerdote Caifás (el principal acusador), los demás sacerdotes y los fariseos tendían que conformarse, pues estaba contemplado en la ley judía y romana. Pero como es bien sabido, el pueblo -tal vez incitado por los sacerdotes, tal vez por miedo- escogió a Barrabás.

Pilatos se lava las manos ente la decisión
de crucificar a Jesús.
Es así como por tercera vez, Pilatos evadió su responsabilidad. La primera vez, cuando declinó su jurisdicción y envió a Jesús ante Herodes. La segunda, cuando a pesar de no encontrarlo culpable ordenó que lo azotes y lo suelten, lo cual no cumplió y, la tercera vez, cuando prefirió que la libertad o muerte de Jesús se decida en consulta popular. La decisión de la mayoría parcializada e inducida que aprobó la libertad de Barrabás, dejó a Pilatos sin argumentos válidos ni apoyo popular. Miranda nos dice que por estar jugando todo el tiempo a ser antagónico y a contradecir a los líderes judíos midiendo sus fuerzas con ellos (simplemente no les quería hacer sus gustos), Pilatos fracasó por dubitativo y elusivo. Y no era que Pilatos está a favor de Jesús necesariamente, sino que quería demostrar que él tenía la última palabra.

LA SENTENCIA: MUERTE POR CRUCIFIXIÓN
Hoy las sentencias a muerte ya no son tan comunes como antes, generalmente se prefieren las penas privativas de la libertad (temporales o de por vida) y las penas pecuniarias (reparación civil). sin embargo en aquel tiempo, el reo respondía con su cuerpo y con su vida.

La aplicación de la pena de muerte o pena capital, se cumplía de manera diversa  en Roma y entre los judíos. La pena capital romana, se aplicaba de diversas formas, siendo la crucifixión la más cruel; tal vez por eso la propusieron los conspiradores judíos. La pena capital judía, se aplicaba por lapidación o apedreamiento, que es el modo como se dispuso en el Pentateuco sancionar a los blasfemos y adúlteros. Ambas ejecuciones eran públicas e incluso participaba el pueblo, tal como podemos ver hoy en diversos casos de justicia popular. Pero, ¿pudo morir de alguna otra forma que no sea en la cruz?, sí. Pudo ser decapitado, apedreado o desbarrancado.

En el Gólgota, es despojado de sus vestiduras (que después se las juegan unos soldados romanos), es armada la cruz, se le clava en el madero de manos (realmente en las muñecas, para sostener los clavos) y pies, y sobre su cabeza, se clava en la parte superior de la cruz una placa con la inscripción en latín INRI, que quiere decir Jesús de Nazaret, Rey de los Judíos (Iesus Nazarenus, Rex Iudaeorum). Esta frase, lejos de ser una burla para Jesús o una identificación del condenado, realmente constituía una afrenta y una herida en el orgullo y la autoestima de los judíos que lo habían condenado.

INRI en hebreo, latín y griego
Fue crucificado junto a dos ladrones, que también fueron condenados a la crucifixión, uno a cada lado. Malhechores que purgaban su pena por delitos comprobados y que ellos mismos estaban conscientes que lo merecían. Estos dos mantuvieron entre sí un diálogo en el que también participó Jesús. Uno, viéndolo sufrir,  increpó burlonamente a Jesús que se salve si era hijo de Dios, mientras que el otro le reclamaba por su osadía, reconociendo que Jesús era inocente de todo delito y pidiéndolo que se acuerde de él cuando se encuentre con su Padre, a lo que Jesús respondió Te aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso.



Los evangelios cuentan que Jesús fue obligado a llevar a cuestas el instrumento de su muerte, es decir, la cruz, aunque también se dice que solo llevaba el madero transversal, aquel donde irían clavados sus brazos, cualquiera sea, debió pesar dastante, por lo que a lo largo de lo que hoy conocemos como Vía Crucis, tuvo que detenerse en más de una vez, por el cansancio, el hambre y los maltratos a los que era sometido a lo largo del recorrido. Estas caídas son conocidas como Estaciones. En cada una ocurrió algo importante como la ayuda de la virgen María, Simón el Sirineo, que le ayuda a cargar el la cruz y Verónica, que limpia su rostro, quedando éste plasmado en el lienzo que usó. en total son 8 estaciones antes de llegar a la cima del Gólgota, donde sería crucificado Las 6 estaciones siguientes van desde que se disponen a crucificarlo hata que muere en la cruz, es bajado y sepultado. El Papa Juan Pablo II, agregó la 15º estación, La Resurrección.


Mientras estuvo crucificado Jesús pronunció 7 palabras a lo largo de tres horas a partir del mediodía:
1-Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen, dicho cuando el soldado Longinos clava su lanza en el costado derecho para verificar si estaba muerto.
2-Mujer, ahí tienes a tu hijo. Hijo, ahí tienes a tu madre, cuando fueron a verlo su madre María y el discípulo Juan.
3-Ten seguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso, cuando el ladrón bueno se compadece de él ante los reclamos burlones del ladrón malo.
4-Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado?, cuando al parecer pierde toda esperanza.
5-Tengo sed. Ahí es cuando un soldado romano empapa una esponja con vino agrio y se lo acerca a la boca.
6-Todo está consumado. Jesús reconoce que la voluntad de su Padre se había cumplido.
7-Padre, en tus manos encomiendo tu espíritu. Inmediatamente muere, justo antes de que un soldado romano le rompa las piernas para acelerar su muerte, como era costumbre. Así se cumplió la profecía que decía que el hijo de Dios morirá sin que le quiebren un hueso.



Al tercer día de acontecidos los hechos, el domingo, Jesús resucitó, su cuerpo no se encontraba en el sepulcro. Así lo hicieron ver las mujeres que fueron a ver su cuerpo. En su lugar encontraron un ángel que les comunicó la buena nueva. De ahí en adelante, Jesús fue visto por distintas personas con las que compartió su mensaje, hasta que ascendió a los Cielos.



A MANERA DE CONCLUSIÓN
Tanto el arresto, como el juicio y la ejecución de Jesús fueron totalmente ilegales, ya sea para las leyes judías como para las romanas, con una serie de vicios procesales que bien podrían haber anulado el juicio si se hubiera apelado a una instancia superior, el propio César, que en ese tiempo era el Emperador Tiberio, conocido por su crueldad, pero también por su justicia en el cumplimiento de la ley. ¿Hubiera tenido Jesús una oportunidad? Nadie lo puede saber. Lo cierto es que tantas irregularidades hacen pensar que la teoría de la conspiración podría ser cierta, que lo que realmente se buscaba era eliminarlo,pero que nadie quería cargar con la culpa. Jesús era visto por las autoridades de su tiempo como un agitador, un revoltoso que buscaba cambios que nadie estaba dispuesto a emprender por temor a perder sus privilegios y su poder. ¿Y por qué tanto apresuramiento por crucificarlo? ¿Tal vez por temor de un indulto emanado directamente por el César, quien ante tanto alboroto pudiera haberse enterado de lo ocurrido y haber dado muestras de misericordia con el reo? ¿Era el temor a la ira del César que habría de enterarse de lo injusto de la condena? Nunca lo sabremos.

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2 comentarios:

  1. Si tienes el libro y ya lo leìste, regàlamelo, tambièn quiero leerlo

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  2. Si tienes el libro y ya lo leìste, regàlamelo, tambièn quiero leerlo

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